Ser sostenible en lo que haces, es una cuestión de empeño y actitud. Te contamos cómo nuestra marca Potente empezó a trabajar en sostenibilidad desde la cotidianidad.
¿Qué entiendes cuando te hablan de sostenibilidad?, es una pregunta que muchos nos hemos hecho, sobre todo en estos tiempos de cambios, siempre nos surge la duda si nosotros somos parte del problema o de la solución.
Seguro te has emocionado al encontrarte con miles de acciones sostenibles, también te habrás decepcionado al ver que no siempre son tan fáciles de seguir, mínimo alguna vez te has dicho "yo no puedo ser sostenible"; en mi país no se vive así, en mi familia no tenemos esos hábitos, o en mi oficina no piensan en sostenibilidad.
Pues bien, eso era lo que nosotros creíamos en nuestra empresa, ¿Cómo iba a ser posible que desde la cotidianidad de fabricar #productosdeaseo pudiéramos implementar la sostenibilidad? ¿Acaso eso no era solo para las grandes multinacionales?, esas que podían invertir dinero en estudios, en programas y se podían adherir fácilmente a grandes convocatorias; es más, ni sabíamos realmente qué era ser sostenibles, porque no habíamos dimensionado la importancia de nuestras acciones en las generaciones futuras.
Solamente entendimos el concepto de ser sostenibles el día en que nos sumamos a una labor en conjunto, nos animamos a dar el primer paso y sin importarnos que íbamos a ser únicamente 13 personas ayudando, nos dimos a la tarea de aliarnos con las fundaciones Llena una Botella de Amor y Tapitas por Patitas y empezamos a ayudar.
“Los pequeños objetivos siempre llevan a grandes cambios. Solo necesitas empezar y ver como tu entorno se prepara para transformarse”
El día en que hicimos nuestra primera entrega
En una tarde de septiembre de 2019 empezó la maratónica jornada de entrega de nuestras primeras bolsas de botellas de amor y de tapitas; maratónica porque llevábamos más de un mes aprendiendo a tener un nuevo hábito: A partir de ahora en nuestra empresa seríamos más conscientes de nuestra forma de disponer los residuos y nos "haláramos las orejas" cada vez que nuestro otro yo dirigiera nuestras acciones y nos hiciera olvidar el compromiso que teníamos con el planeta, con nuestra salud y la de nuestro entorno.
Ese día entregamos 90 kilos de plástico🙀¿bastante verdad?, en realidad nos sentimos muy orgullosos, habíamos hecho la tarea, por toda la empresa había botellitas para llenar de amor y cada vez que los clientes o amigos venían, les enseñábamos felices y orgullosos que ser sostenibles si es posible, y tan posible es y tanto no lo repetimos que hoy 3 años después hemos alcanzado grandes logros:
Ser parte de las #SociedadBIC, empresas de beneficio colectivo que trabajamos por la sostenibilidad de nuestro país
Medir nuestra huella de carbono, mitigarla y compensarla en su totalidad, siendo una empresa carbono neutro y recibiendo el sello #verdedeverdad por nuestro compromiso con el medio ambiente
Crear nuestro propio #ProgramamásECO para darle nueva vida a los residuos que generamos y hacernos responsables de mejorar nuestro impacto con el planeta.
Ser un negocio verde reconocido por la Secretaria distrital de Ambiente gracias a nuestro #ProgramaNatulab con el cual diseñamos los productos bajo los principios de la química verde
Pero tal vez lo que más nos llena de emoción son esas acciones que no son reconocidas por sellos, esas que no se ven de puertas para afuera, pero que representan el empeño que le ponemos a dejar una huella positiva en la sociedad, esas que nos han permitido superar poco a poco los obstáculos y culminar nuestras metas. Logramos, por ejemplo, eliminar todas las canecas de las oficinas, laboratorio y demás sitios porque separamos cada uno de los residuos en lugares especiales para aprovecharlos al máximo; recuperamos los desechos orgánicos y los devolvemos a la tierra y hasta reciclamos los ganchos de cosedora durante todo el año para no botarlos de cualquier manera.
Nuestra intención de ayudar ha crecido y hemos logrado ir a centros educativos y empresas a contar cómo las acciones que parecen pequeñas se convierten en grandes logros. A la fecha, como equipo #Potente, en compañía de muchas familias, amigos, empresarios, profesores, amas de casa, y la comunidad en general, hemos evitado que cerca de 8 toneladas de plástico lleguen a nuestros mares y ríos, ¡y lo mejor!, que personas y animales en condición de vulnerabilidad se puedan beneficiar de esta labor.
Descarga gratis nuestra guía para llenar una botella de amor ⬇️
JORNADAS DE RECOLECCIÓN CON NUESTRO PROGRAMA +ECO
Con nuestra marca Potente hemos ido recorriendo este hermoso camino de la sostenibilidad, desde la humildad para aprender nuevas cosas, pero también desde la disciplina y las ganas de hacer, de experimentar, de dar el paso, de arriesgarnos para mejorar, para ayudar más, para evitar que la cotidianidad a veces cegada y un poco déspota nos saque del camino y no nos permita avanzar.
Si volviéramos a la pregunta ¿Qué entiendes cuando te hablan de sostenibilidad?, hoy desde Macecofar Potente podemos decir que es:
“La posibilidad de vivir el presente desde la conciencia que existe un futuro cercano, en el que tu, yo y nosotros podamos coexistir en equilibrio social, ambiental y económico”
La tarea es de todos y de cada uno, cada iniciativa sirve, cada alianza funciona, por cada paso que das siempre hay alguien que estará dispuesto a seguirte. Así que ser sostenible SÍ ES POSIBLE; allí, desde el hogar, la oficina, desde la cotidianidad, desde la sencillez de la vida y la grandeza de quienes nos atrevemos a vivirla de forma diferente.
Hoy, te invitamos a recorrer este camino juntos, empieza modificando hábitos sencillos, motívate a pensar y obrar diferente para que sientas lo #Potente que es vivir desde la sostenibilidad.
Ser Potente es apostarle al cambio con la convicción
que siempre, por más pequeño que sea vas a ser un ganador
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